miércoles, 15 de junio de 2011

Mentiras a medias

Yace el alma a mis pies, y enredada en tu sombra mi obstinada presencia estará perenne, un suspiro de alivio ahoga un llanto y desata unas lágrimas... agrias, como el sabor de la pérdida del amor, el placer, la tranquilidad...
Traicionada, el dolor palpita en mi pecho, con un ritmo monótono, cansado, roto, casi muerto.
Resuenan el eco de tus palabras, promesas e intenciones... vacias.
Fatigada, la mente que en bucle infinito intenta localizar el error...
Un corazón firme no puede sanar uno herido, la valentía de mi alma no reconforta la cobardía de la tuya.